sábado, 3 de mayo de 2008

Ella (20.06)

Estoy en casa, ¿sabían?

Y llevo una tarde de música cubana sin parar de sonar, y de camisas de gasa. Tengo una americana gris de abuelo y le he puesto condecoraciones comunistas rumanas (que me las trajo mi hermana, que allí habita temporalmente). Estoy orgullosa.

Como me encuentro galicieando llevo sin parar tres días, o más. Que si compras, luego cenas, luego marisco y luego vámonos a descansar un rato que me duelen las piernas de tanto reír. Así de feliz soy yo.

Aunque tengo las ganas de volver a mi vida de libertad absoluta absolutísima (que tampoco es que aquí me aten a la pata de la cama, más bien todo lo contrario). Más que nada porque soy de esas personas que aprecian en cierto modo la rutina. Qué se yo.

Ilusa y redonda, ella se despide de sus queridos pronombres hasta próxima conexión.
Disfruten de la vida, que los segundos nos los dieron con cuentagotas.